14.03.18 / PLANES
Compañeros de piso de todos los colores y formas: el maniático del orden, el que nunca sale de su cuarto para convivir con el resto, o el que simplemente, nunca aparece por casa. Cada vez que uno desaparecía de tu casa o tú te mudabas pensabas «¿En qué momento decidí meter a alguien así en casa?». Sin embargo, hay ocasiones en las que surge una amistad para toda la vida y todo es un campo de rosas. Hoy en Kaiku Caffè Latte, como sabemos que por culpa de la convivencia han desaparecido muchos de nuestros cafés de la nevera, vamos a compartir las claves para conseguir la paciencia del Santo Job en cuestiones de convivencia. ¿Cuáles son los consejos para compartir piso? Sigue leyendo.
La comunicación es clave a la hora de compartir piso, y es que muchos malentendidos han surgido por no hablar. Es importante que antes de comenzar la convivencia habléis entre todos de cómo hacéis las cosas cada uno (fregar los platos, limpiar el polvo, «manías» durante la época de estudio). De esta forma, no habrá malos rollos. Y por supuesto, si hubiera cualquier problema: ¡HABLADLO! Es una orden.
Esto es así. No todos los amigos pueden ser compañeros de piso, ni todos los compañeros de piso se hacen amigos. Cada uno debe tener su propio espacio y no hace falta que estéis siempre juntos. Y por supuesto, durante la convivencia no intentes forzar una amistad si no surge. A veces sentir que vives solo es un gran regalo 🙂
El mejor invento a la hora de compartir piso es sin duda, «el bote de las lamentaciones». Quien incumpla las reglas de limpieza o no reponga la comida que falta en la nevera, deberá pagar una multa al bote. Es el mejor método para que todos hagan sus tareas sin rechistar. Además, un buen organigrama de las tareas del hogar siempre hace más fácil el saber a quién le toca el qué. Por último, definid bien qué tipo de comida y compra se comparte: el aceite, el papel higiénico, las cebollas, el Kaiku Caffè Latte… Ya sabes, lo imprescindible.
No diremos que es algo que se vive una vez en la vida (no desde que los pisos en las grandes ciudades están como están). Pero sí que es importante mantener una actitud positiva e interiorizar que si todo se habla, se puede solucionar. Incluso, para romper el hielo y que el buen rollo dure, podéis hacer una cena mensual entre todos para poneros al día, hacer alguna «intervención» si es necesario, y seguir siendo tan buenos compañeros de piso como siempre.