26.08.15 / GASTRONOMÍA
LOLO es la primera tienda de Madrid dedicada enteramente a fabricar polos helados de forma artesanal. ¿Y cómo surgió este delicioso proyecto? Pues de la mano de dos hermanas y madres, Azmina Khanbhai y Ashrafa Khanbhai: médico y abogada respectivamente, que crecieron en la maravillosa tierra de Tanzania, donde los mejores momentos que recuerdan son los que pasaban junto a sus padres fabricando su propio champú y, como no, sus propios polos (su madre los elaboraba con aguacate procedente del árbol de su jardín).
Estas hermanas, ya convertidas en madres, retomaron la afición artesanal por los polos para complacer a los más pequeños de sus casas, y al ver que este tipo de oferta no la encontraban fuera de sus hogares, decidieron crear LOLO. Además, gracias al trabajo que realizan en la tienda, pueden compaginar su vida laboral y familiar de una forma más flexible, con lo que entre polo y polo, siempre queda tiempo para los niños.
Natural. Esa es la palabra que mejor definen estos polos (o mejor dicho ‘lolos’), y es que son elaborados con ingredientes naturales y de temporada, (¡procedentes de la frutería de confianza de Azmina!) con lo que la variedad de sabores que LOLO polos ofrece es infinita, y cambia según la época. Además de la fruta, los ‘lolos’ no contienen casi azúcar, y entre sus ingredientes encontramos la influencia exótica de estas chicas: azafrán, anís estrellado, pimienta,… La gran variedad de sabores se acompaña de polos elaborados con yogur, hielo o leche fresca: pomelo con anís estrellado, pepino con violeta, mango con pimienta, chocolate, lima con chile… ¿Por cuál te decides?
Como nos cuentan desde LOLO, gracias a esta refrescante idea “vuelve así a las calles de Madrid uno de los iconos de nuestra cultura gastronómica, el polo, reinventado por LOLO en su versión más natural, divertida y saludable”.
¿Te atreves a refrescar las tardes por Madrid? Elige el ‘lolo’ que más te guste y vuelve a recordar los años en los que los planes perfectos surgían en un columpio y mucha imaginación. Y es que, en LOLO Madrid, siempre es tiempo de polos.