10.06.20 / TENDENCIAS
Cualquier lista con las mejores películas de la historia está cargada de subjetividad. Por eso, esta vez no vamos a entrar a valorar la dirección, el guion o la calidad de los actores, sino más bien la estética y el poso inspirador que nos dejan al verlas. Y aunque son más recientes, con la llegada de la televisión las series también marcaron un antes y un después, y algunas de ellas son un billete de viaje al pasado.
Porque… quién no ha escuchado a su madre decir que en moda todo está inventado y que ella ya ha llevado todas las tendencias que se imponen como novedades. Todo tiene una justificación y este fenómeno también. En la moda, siempre vuelven a aflorar las reminiscencias del pasado, de los 50’s, los 60’s, los 70’s, los 80’s, los 90’s e incluso hay quien empieza a defender estilísticamente los 2000’s. Por eso, en Kaiku Caffè Latte hemos decidido llevarte de viaje cinéfilo al pasado para inspirarte a sacar tu versión más retro y cool.
Shirley MacLaine y su personaje Fran Kubelik llevan casi todo el peso de la película, ambientada en Nueva York y en el entorno de las oficinas del Downtown. Más allá de un viaje estilístico, El Apartamento es una obra maestra de Billy Wilder que dio comienzo a la década de los 60. El poso que queda al verla es esa actitud refrescante, entre inocente y libertina que se oculta tras las bambalinas de la clase media y alta creciente en Estados Unidos. Que sea en blanco y negro no quita para que este largometraje sesentero tenga un halo de modernidad.
Además de crear suspense, la filmografía de Alfred Hitchcock es ideal para sumergirse en la estética de la alta sociedad americana. Un traje verde de tres piezas por aquí, una mansión por allá, un coche, un joven apuesto, una madre incestuosa y miles y miles de pájaros. Esta película que empieza en clave de screwball comedy, la clásica comedia de moda en aquella época y que no tenía mucha profundidad. Con esos ingredientes, el inquietante maestro del terror crea una de sus obras más famosas y estéticamente es impecable.
Blake Edwards y Peter Sellers se hicieron famosos entre otras cosas por dar vida al Inspector Clouseau, pero en cuanto a comedia, el Guateque es su mejor película. Divertida, para llorar de risa siempre que se ve. Al ser un guateque de la época, los looks no le van a la zaga.
Federico Fellini en estado puro. Amacord, dirigida por Fellini y que forma parte de un estilo definido como «felliniano» es un regreso a los recuerdos por parte del director. Los recuerdos de una infancia en el pueblo de Rimini en donde se mezclan los sucesos reales con los oníricos, propios del cine de este particular realizador.
El director Woody Allen hace de las suyas en esta película, quizá la más aplaudida de su filmografía. Junto a una joven Diane Keaton, la película reflexiona sobre las relaciones, y presenta las manías y obsesiones de Alvy, que siempre terminan arruinando sus relaciones.
Dos de esta trilogía pertenecen a la década de los 70. Francis Ford Coppola crea las que para muchos son las mejores películas de la historia. Al Paccino, Robert De Niro, Diane Keaton, Marlon Brando… un reparto de altura para un relato fascinante que estéticamente se ha convertido en un manifiesto.
Steven Spielberg dirige la primera e inigualable Indiana Jones en 1981, una película de aventuras ambientada en 1936 que marcó la historia del cine de aventuras. Esa banda sonora, ese Harrison Ford lanzado al estrellato y la primera de las trepidantes misiones que vivimos junto a este profesor de arqueología. Un clásico del cine moderno.
Aunque las películas de James Bond marcaron los 60, los 70, los 80 y los 90, hay una escena que entra en la categoría de mítica por su estética y es la que aparece en James Bond Dr. No de 1962. Ursula Andress en un bikini muy atrevido para la época se encuentra en la playa con Sean Connery, en polo, jeans y botas altas, y ambos conversan al más puro estilo Bond, una mezcla entre cortejo y combate dialéctico.
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En esta película dejaron que el director Tim Burton tiñese con su halo gótico la historia de este superhéroe. El resultado es una película de acción con un trasfondo inquietante en el que aparece uno de los mejores villanos de la saga: Danny DeVito haciendo de Pingüino. Además, este brillante tratado estético contiene la mejor versión de Catwoman, personaje que encarna Michelle Preiffer.
Esta serie no es de 1960 sino de 2015, pero su estética le ha hecho ganarse un puesto en esta lista. El término mad men procede del argot acuñado en la década de 1950 por los publicistas que trabajaban en Madison Avenue para referirse a sí mismos. Su protagonista, Don Draper, nos abre las puertas de Nueva York en los años 60 y nos enseña cómo funcionaba el mundo de las agencias de publicidad. Más allá de su realismo, esta serie se ha ganado un hueco en los corazones de todos los “estetas” por sus decorados, vestuarios y ambientación en general.
