Florea: flores para todos los públicos

¿Flores desde que das la vuelta a la esquina? En la calle Quesada es posible empaparse de los colores de la temporada gracias a una pequeña floristería que es el resultado del amor de dos hermanos por el gran arte de la decoración floral: hablamos nada más y nada menos que de Florea.

Raúl y Paola comenzaron su andadura en este mundo tras empaparse de la pasión que su tío y primo floristas desprendían en la antigua floristería en la que pasaron muchas tardes de sábado cuando eran más pequeños.  Todo esto unido a los viajes que los dos hermanos hacían por Europa, dieron con la idea de que tenían que inculcar en nuestras fronteras eso de comprar flores frescas para decorar la casa o la oficina, como si se tratara de un producto más que añadir a la lista de la compra. El hándicap era el precio de las flores y sobre todo la variedad de las mismas (¿quién no está aburrido de las rosas y claveles de siempre?), pero ahí estaban Raúl y Paola para cambiarlo todo con Florea.

La filosofía de Florea está muy clara: “Acercar a todo el público la posibilidad de conocer las flores y plantas sin que se entiendan como un producto de lujo, y que la gente más joven descubra el placer de tener flores en los ambientes donde más tiempo se pasa: en casa o en la oficina”. Y es que no hay nada como cubrirte de flores las 24 horas del día.

Hablando con Raúl nos damos cuenta de que Florea no es como otras floristerías, y es que el packaging en el que presentan sus creaciones es tan sencillo como práctico. Se le suman además las distintas formas de macetas, como son los botellines vintage de cerveza o recipientes reciclado; y el famoso carrito de madera que decora la calle Quesada con jarrones y flores recién puestas. Haga frío o calor, Florea saca las flores al asfalto. Y por último, montaron el único kiosko en España de tulipanes, con nada más y nada menos que 1.500 tulipanes decorando el Mercado de Motores.

Y como en las mejores películas románticas, las flores han sido testigos de grandes anécdotas y Florea tiene unas cuantas que consiguen enternecer a cualquiera. Como un cliente que visita su floristería cada mes para conquistar a una amiga de la infancia de la que lleva enamorado más de 40 años; o un chico que fue a por flores para su novia, y al rato apareció la chica buscando flores para el novio… Parecen historias sacadas de Hollywood.

Si quieres más anécdotas como estas, acércate por el número 2 de la calle Quesada o los domingos coincidiendo con el tapeo mañanero en la plaza de Olavide, ¡y llénate de flores! Pronto tendrán un hueco en otra zona emblemática de Madrid, así que estate atento. En Kaiku Caffè Latte ya nos hemos hecho fan J