07.05.18 / TENDENCIAS
La verdad que todo comenzó como un proyecto universitario que trataba sobre la imagen de la mujer en las redes sociales. Hoy en día, existen muchas marcas que resaltan una imagen seductora de esta e intentan promover un ideal de belleza que yo personalmente quería cambiar. Por ello, comencé haciendo collage a mano y luego modificándolos en el ordenador porque quería crear una estética diferente y hacer ver que existe una línea muy fina entre lo que podemos considerar bello o, todo lo contrario, monstruoso. Decidí dar unas dimensiones desproporcionadas a los rasgos de la cara para señalar este concepto. Además, quería saber cuál era la opinión de la gente y si gustaban. Por lo tanto, utilicé Instagram y comencé a difundirlos por esa red social. Sin embargo, me di cuenta de que existía otra estética que gustaba más, basada en resaltar el entorno y ciertos rasgos del modelo pero sin modificar dimensiones. Por ello Strawberry Fanatic ha ido evolucionado hasta convertirse en lo que es ahora.
El nombre era uno que consideré atractivo comercialmente; representa color, frescura y juventud, para además no desvelar mi identidad ya que las personas suelen ser más objetivas cuando no conocen la procedencia del diseño.
Siempre me ha encantado editar imágenes y me parecía una idea práctica para desarrollar mi creatividad y así poder estar continuamente produciendo y expresando mi estilo. Creo que están teniendo éxito porque es una forma diferente de manifestar un estilo de vida idílico lleno de colores vivos que no son convencionales. Los collage permiten una libertad de expresión que no tiene prácticamente límites para la imaginación.
Siempre he tenido muchos proyectos en mente y casi ninguno me ha salido bien. Pero de todos ellos he aprendido algo y creo que el esfuerzo, la constancia y saber escuchar son puntos esenciales para lograr cada meta. Sé que es difícil adentrarse en un mercado artístico, la vida de los triunfadores está llena de fracasos, que no les derrumban, sino que aprenden de ellos. Siempre digo una frase que es la siguiente “If there is a will; there is a way”.
Vivir de lo que me apasiona en cada momento.
Estoy continuamente buscando fuentes de inspiración en bancos de imágenes, redes sociales y sobre todo lo que vivo día a día me inspira enormemente. Suelo buscar festivales, marcas que se ajusten a lo que quiero transmitir e intento plasmar aquello que me gusta y darle mi toque personal.
Para el proceso de creación de la pieza limitada de Kaiku Caffè Latte, busqué las palabras clave y filosofía que identificaban a ambas marcas: Strawberry Fanatic y Kaiku Caffè Latte, e intenté dar un toque refrescante y actual al collage. Seguí la estética que ahora mismo estoy desarrollando y cogí elementos que previamente había diseñado en el ordenador y fui cambiándolos hasta obtener el resultado. Me encanta que cuando produzco normalmente no pienso mucho en la imagen final, sino que me dejo llevar por mi inspiración en ese momento dado.
De momento me encantaría seguir creciendo y que Strawberry Fanatic evolucionara para así rediseñar marcas existentes y poder crear estilos propios. También sería muy emocionante poder llevar este proyecto a otro nivel en cuanto a escala de producción y medios.