Hay algo en los estampados y tejidos que inundan la ropa de verano nuestros armarios en los meses de verano capaz de transmitir alegría nada más verlos. Cubrirnos de color y diseños de moda más arriesgados es norma obligada entre mayo y octubre, pero ¿por qué ceñirnos solo a nuestro vestuario? Reinventar nuestra decoración es una manera de reinventarnos a nosotros: ya se sabe, renovarse o morir. La Tapicería es una tienda de decoración en Madrid y de tejidos originales, fruto del trabajo de artesanía y creatividad de sus diseñadores, que te va a sorprender por sus diseños originales, modernos y llenos de color y alegría.

La Tapicera: Interiorismo en Madrid y decoración artesana

Tapizar es, en el fondo, crear algo nuevo sobre una base existente. Alejandra fue capaz de encontrar una gran novedad en el oficio que ella ya conocía desde pequeña, al ser sus padres tapiceros: un nuevo concepto de tapicería que da un giro a los talleres tradicionales.

Así nace en 2009 La Tapicera, una tapicería en Madrid y tienda de interiorismo, encajando como una perfecta pieza de puzzle en el barrio del Rastro; ya que Alejandra y los socios que se han ido uniendo al proyecto defienden el trabajo artesanal con un giro creativo que busca impactar y convertir el disfrutar de nuestros muebles en todo un acto de alegría.

Para ello, la novedad es uno de los ingredientes que nunca faltan en La Tapicera: la capacidad de sorpresa, el optar por tejidos y estampados diferentes, llamativos y con personalidad, el saber imprimir un toque personal en cada mueble que cruza sus puertas. Por eso, en La Tapicera nunca dicen que no a retos tan grandes como vender muebles antiguos y transformados, restaurar muebles, o saber aconsejar sobre la mejor tapicería artesanal.

En La Tapicera conocen (casi) todas las telas del mundo: importan de todas partes para ofrecer resultados únicos. Pero, como nunca sobra el toque personal, en pocos días empezarán a vender su propia colección de tejidos, diseñados especialmente por el pequeño gran equipo de La Tapicera. ¿Y lo mejor? Que se ve que les encanta, y que la alegría e ilusión que deberían proporcionarnos nuestros muebles son capaces de crearla y extenderla desde su propio taller. ¿Nos cubrimos de colores para el verano?