23.10.14 / GASTRONOMÍA
Hace tres años desde que, por pura casualidad, llegó un poco más de dulzura al mundo: Lorena es licenciada en Comunicación Audiovisual y, durante 10 años, se dedicó a la producción de eventos, sin faltar a un solo festival de música de los muchos que se celebran en España a lo largo del año. Para confirmar la norma de que, muchas veces, decisiones que tomamos por azar pueden descubrir lo mejor de nosotros, Lorena se convenció en un curso de cocina de que era el momento de quitarse los auriculares y ponerse el delantal. Corriendo la voz entre amigos, Lorena se convirtió de repente en toda una gurú autodidacta de la repostería creativa (a quien no esté convencido, le recomendamos un mordisco a un macaron procedente de Lore’s Bakery para terminar de ponerse de acuerdo).
Repostería creativa con un twist: en pleno boom de la repostería, Lorena ha sabido diferenciarse y crear, a base de mucha práctica e investigación por su cuenta, un estilo propio y una huella reconocible. Testigo de ello son concursos de cupcakes en los que ha obtenido premios por creaciones tan originales como sushi cupcakes; y sobre todo los talleres para niños que realiza periódicamente (¡estad ojo avizor en Kiddeo!). Es una luchadora contra la repostería “ñoña” que sólo utiliza flores de azúcar y olvida otras fuentes de inspiración: Lore se mueve entre creaciones delicadas y dulces rockeros, haciendo unas tartas de las que los mismos Rolling Stones se sentirían orgullosos.
Aunque se inspire en América, la tierra del dulce, y en visitas a las mejores pastelerías de París, el secreto de la repostería de Lorena son las muchas horas que dedica a cada cupcake, cada tarta, cada macaron. Y aun así, ¡todavía le queda tiempo para seguir siendo DJ como hobby!
¿Un secreto? Las flores de las fotografías… ¡se comen!