01.04.15 / MODA
Kinda Kinks es, desde hace dos años, uno de esos lugares. Surge de la voluntad de querer extender el gusto por la buena moda y las infinitas posibilidades de reinventarnos a través de nuestro estilo. Esto está plasmado a la perfección tanto en la decoración de Kinda Kinks como en cada prenda: todo rebosa personalidad, igual que deberíamos hacer todos.
La tienda toma su nombre del tercer disco de The Kinks, que además presiden el espacio en un imponente mural que es sólo uno de los aspectos en los que Kinda Kinks tiene una personalidad arrolladora. Bajo la atenta mirada de Pete, Dave, Ray y Mick, muebles antiguos y maletines atesoran una enorme selección de ropa vintage para todos los gustos. América, por supuesto, es el país de origen de la mayoría de las prendas (compradas al peso) pero en Kinda Kinks viajan sin parar a Europa a la caza de prendas vintage únicas, seleccionadas a mano una a una. Pero Kinda Kinks también es fabricante: bolsos con viejas camisas hawaianas para dar un toque chic al verano.
Porque son las personas y tiendas que saben unir lo mejor de ahora con lo único de siempre las que de verdad mantienen el espíritu “forever young” que todos buscamos. ¿Y si nos hacemos vintage?