22.01.15 / TENDENCIAS
Pero, como en todo, siempre es necesario un pequeño primer empujón: en Madrid, nos lo dan desde Kapelmuur, un paraíso para los amantes de las bicis. Y lo de empujón, nunca mejor dicho: el Kapelmuur es un lugar famoso en Flandes por ser una pendiente de 93 metros en la que habitualmente se determina quién será el ganador del Tour Ciclista de Flandes. En su versión madrileña, no se determina un ganador sino un nuevo amante del ciclismo, porque es imposible cruzar sus puertas sin enamorarte de una de sus bicis y querer salir de la tienda sobre un sillín. El objetivo del equipo de Kapelmuur de compartir el amor por el ciclismo está así más que logrado, y los clientes ya no son clientes, sino amigos.
En su corta vida, Kapelmuur ha conseguido alcanzar fama (merecida) como el lugar al que ir si queremos disfrutar de bicicletas customizadas para que no exista nadie más con una bici idéntica, o de cualquier gadget imaginable que nos pueda acompañar en nuestros paseos ciclistas. Porque el equipo, encabezado por Pablo, está compuesto por ciclistas (tanto que, si la tienda está cerrada, el cartel anuncia “Sorry, we are riding!”) que saben, y mucho, del mundo de la bici y de qué recomendar para sacarle el máximo partido a la nuestra. Además, organizan cursos y salidas ciclistas, porque su amor por las bicis no pasa sólo por encontrarles dueño, sino también por asegurar su disfrute. Si ir en bici nunca se olvida, el sabor de un buen café tampoco. Enjoy the ride!