22.07.15 / GASTRONOMÍA
Con esta filosofía de ofrecer sensaciones dulces y de ilusión, Astrid y Miguel también se llevaron una (buena) sorpresa: la de tener entre manos un proyecto que ha sido capaz de reinventar sus vidas. La Cesta de Elisa es su iniciativa común de crear cestas delicatessen compuestas, fundamentalmente, por fruta fresca: ¡listas para regalar! Las vueltas que da la vida les han llevado a este producto que se convierte en delicia de los más foodies: Miguel y Astrid eran compañeros de trabajo en una agencia francesa de comunicación y marketing asentada en España. Durante 7 años trabajaron juntos con clientes del sector agroalimentario hasta que, hace dos años, les tocó hacer algo nuevo con sus vidas: ¿por qué no aprovechar su dominio de la alimentación para hacer algo que deje buen recuerdo en los demás? Así nació su proyecto común: las cestas de frutas nombradas en honor a la hija de Astrid, Elisa.
Miguel, hispano belga, y Astrid, francesa, aportan un toque único y distintivo a las cestas que diseñan con mimo desde el Mercado de San Antón en Madrid, desde hace tres meses. Desde los puestos más frescos y vistosos del mercado viajan a toda la península cestas de fruta de distintos contenidos y personalidades: porque las sorpresas, para ambos, tienen que tener como ingrediente frescura, calidad y, sobre todo, creatividad.
¿No os dan ganas de que llegue una ocasión especial para daros un merecido capricho frutal? Aunque… ¿para qué esperar? Toda ocasión es buena para un auto-regalo, y más si es fresco y delicioso, y preparado por las manos expertas de Astrid y Miguel.