Cuarto de Juegos, la juguetería de Madrid con más encanto para niños y mayores

En el fondo, no hay nada como recibir las Navidades recuperando algo que nunca deberíamos perder: la ilusión de pasarnos la mañana de Navidad (o de Reyes) jugando. Recuerdos felices de cuando éramos niños que, ahora de adultos, se amplían con la emoción de salir de compras a la caza de los regalos perfectos para nuestros seres queridos. Una emoción que se eleva a la infinita potencia cuando algunos de nuestros regalos son para hermanos pequeños, sobrinos o hijos, y es que regalar juguetes tiene algo especial. Es imposible no disfrutar en una juguetería. Y, sobre todo, es imposible no disfrutar en Cuarto de Juegos.

Michael lleva diez años convirtiéndose en uno de los mayores expertos en juegos de la capital, desde que se hizo cargo de la tienda de juegos de mesa y juegos para niños en Madrid que su tío abrió hace veinte, en la calle Jorge Juan de la capital. Primero compaginándolo con la carrera de Psicología, después disfrutando con la aplicación de la psicología en el campo del juego: dos décadas de experiencia en juguetería convierten a Cuarto de Juegos en todo un lugar de referencia para hacernos con juegos únicos, pero no sólo por su cuidada selección.

Esta tienda de juegos en Madrid desprende un encanto muy especial, y es que, entre juegos para todas las edades, acumula muchísima felicidad en cada metro cuadrado; hecho favorecido por la estética inglesa que se ha convertido en toda una seña de identidad de Cuarto de Juegos.

Una pequeña pero gran juguetería de Madrid: juegos de todo tipo, desde clásicos incombustibles hasta las últimas novedades en el mundo del juego (sobre todo, de mesa). Sets de ajedrez únicos, puzzles para todos los gustos e incluso juegos de pequeñas editoriales: en Cuarto de Juegos prueban en el piso de arriba todos los juegos organizando partidas, para así poderlos recomendar con la experiencia de conocerlos a fondo. No sólo venden juguetes, sino que saben conseguir despertar la emoción por la experiencia de jugar en todos aquellos que crucen sus puertas.

Todos aprendemos con los juegos (no sólo los niños), y con los años: y si una cosa enseñan los años es que siempre resulta divertido y entrañable perdernos en una juguetería, al menos, por Navidad. Porque nunca nadie pierde el gusto por jugar. ¿Nos vemos en Cuarto de Juegos?