09.11.18 / PLANES
Te avisamos: vas a estar tan enganchado que con las cuentas que seguir en Instagram. Te olvidarás de qué hora es, así que más vale que raciones bien los capítulos y no acabes como un zombie. He aquí las mejores series de Netflix para ver bajo una manta. Prepara la nevera con bien de café frío y apaga el móvil. Ahora sólo disfruta.
Ahora es ella quien está al mando. Claire Underwood no se anda con chiquitas y revolucionará esta sexta temporada, estrenada el pasado 2 de noviembre. House of Cards es mucho más que política y por eso la destacamos entre nuestras recomendaciones de qué series ver en Netflix: es un thriller, y como tal no puedes perdértelo. Si no has visto las anteriores temporadas, corre a verla porque acabarás siendo fan de Claire (pese a que no es precisamente la bondad en persona). A veces los malos son los buenos (personajes, claro). Descubre por qué es una de nuestras series recomendadas.
El 16 de noviembre tienes una cita, hijo de la chingada. Se estrena la nueva temporada de Narcos y no podría haber más hype con ella. Años 80 en México y el cártel de Guadalajara son los protagonistas de esta nueva versión (más picante) de una de las series más recomendadas de 2018. ¿A qué esperas, pendejo?
El Juego de Tronos histórico. Vikingos regresa el 28 de noviembre y con él sigue la historia de Ragnar Lodbrok y sus heroicidades con muchas espadas, pieles y barbas. Cómo no resistirse a una trama llena de epicidad mientras tú, lo más heroico que has hecho ha sido comprar entradas para un concierto en tiempo récord. No pasa nada, con esta serie te entrará la vena valiente y es otra de nuestras recomendaciones en este listado de qué series ver en Netflix.
El 30 de noviembre tienes una cita con la vergüenza ajena. Javier Gutiérrez y Malena Alterio dan vida a una pareja que, como bien dice su sinopsis: da grima. De cómo la normalidad se convierte muchas veces en algo ridículo, tanto, que te sentirás identificado en más de una ocasión con Vergüenza . Ya venimos avisando, te llevarás muchas veces las manos a la cabeza. Pero la vida, la mayoría de las veces, es así.