22.10.15 / GASTRONOMÍA
Y para emprender este viaje de sabores, Mi Kitxen tiene como expertos aventureros a Raúl Rojo y Michel Garzón, quienes decidieron comenzar con un trayecto único en el mundo: empieza y termina en la calle Hartzenbusch, y recorre miles y miles de kilómetros sin alejarse de Madrid. ¿Es magia? Puede ser. Y también es una manera idónea de plasmar sus vivencias, experiencias y el amor por los viajes a través de un homenaje a la cocina. Un homenaje en forma de mordisco: traer un pequeño bocado de la Street food mundial a un rincón madrileño, y convertirse así en uno de los restaurantes de moda en Madrid.
La carta de este local ubicado en la calle Hartzenbusch contiene 20 platos, procedentes de la cocina tailandesa, indonesia, india, japonesa, pero con platos más cotidianos como son la pizza y su hamburguesa con queso filadelfia. ¿Los platos favoritos de aquellos que se pasan por Mi Kitxen? El Pad Thai, de origen tailandés, que consigue unir en un recipiente los cuatro sabores conocidos (salado, dulce, picante y ácido) y el arroz indonesio Nasi Goreng, en el cual el pollo, los langostinos y las distintas verduras se alegran con salsa de soja dulce y se condecoran con un delicioso huevo frito. En la variedad está el gusto y Raúl y Michel hacen honor a esta frase, con lo que la única dificultad será la de elegir el país que saborear ese día. Comer en Madrid, pero saborear, por ejemplo, Tailandia.
Pero una de las señas de identidad que contribuyen a convertirlo en uno de los restaurantes de moda en Madrid son las propias paredes entre las que se cuece esta multitud de sabores. Michel y Raúl contaron con sus amigos de RD Estudio para ambientar su “kitxen”, y de esta unión entre dos apasionados de la comida y unos expertos en decoración surgió un local luminoso, espacioso, con la decoración justa y los detalles adecuados, todo para que los verdaderos protagonistas sean los olores y sabores de la India, Japón o México.
Es hora de emprender esta vuelta al mundo en 20 platos y 20 sabores diferentes. ¿Te atreves a convertirte en un Willy Fog foodie… sin salir de Madrid?