26.05.15 / TENDENCIAS
Cristina es el alma de Palma Papel, y la encargada de cubrir sus paredes de papeles que se convierten en verdaderos motivos decorativos (además de contribuir a creaciones externas que giren en torno al papel). 2009 fue el año en el que el concepto de enamorarse del papel abre sus puertas físicamente. El resultado: Cristina ha conseguido desarrollar un gran trabajo con su ingrediente principal preferido; en una papelería artesanal con personalidad en la que los papeles más especiales, seleccionados y traídos de distintas partes del mundo, son los absolutos protagonistas para ofrecernos otro nivel de disfrute del papel.
En las papelerías (y con esta en especial) tiene lugar un fenómeno temporal compartido con otros espacios como bibliotecas y librerías (que, curiosamente, también contienen papel a raudales): perdemos la noción del tiempo revisando pliegos y distintos estampados. En Palma Papel, nos perdemos eligiendo el perfecto archivador (lugar de peregrinación obligado para aquellos que deseen tener sus papeles en orden de la manera más estética) y examinando creaciones de papel únicas: lámparas inusuales, flores de papel e incluso una palmera que guarda la entrada de la tienda y que está robando más de un piropo en la celebración de esta edición de CasaDecor.
Porque siempre es un buen momento para elegir un cuaderno nuevo, y el verano (inminente) es la mejor época para coleccionar historias que escribir, o dibujar. ¿Estrenamos un diario de verano?