05.05.15 / PLANES
Los mercados están, claramente, de moda. Pero no sólo las aventuras pop-up de fin de semana: los mercados de siempre se reivindican como destinos en los que disfrutar con la compra y ¿por qué no? volver a casa con un pequeño tesoro entre las manos. Haciendo zoom en un mercado concreto, el de Antón Martín, vemos que no se necesita mucho espacio para construir algo grande: de hecho, inesperados tesoros caben en un pequeño puesto de nombre llamativo: Sandwich Mixto.
Desde hace un par de años, Sandwich Mixto se ha convertido en un destino de cultura y comida casera. Al frente, Virginia. Al volver a Madrid después de una temporada en Holanda, Virginia aterrizó con la cabeza llena de ideas y proyectos capaces de darle un giro al mundo de las Bellas Artes y el diseño gráfico para acercarlos a pie de calle. Así, su voluntad de reivindicar el papel, la creatividad y las obras únicas se materializó en una muy especial “Fanzinería”: fanzines y cafetería se dan cita en los pasillos del mercado para ofrecer libros y publicaciones autoeditadas de distintos artistas independientes, y comida tan rica como cómoda: bocadillos (no en vano se llaman Sandwich Mixto), snacks, o dulces.
¿Por qué Sandwich Mixto? Porque, entre las dos rebanadas de pan de un sándwich, podemos meter cualquier cosa; y en la esquina del mercado ocupada por Sandwich Mixto, también. Porque además tienen entre manos sus proyectos Mixto Books en forma de publicaciones únicas para sus seguidores; y Save The Fanzine como homenaje a la cultura de auto-publicación.
Sandwich Mixto es, sobre el papel, una fanzinería pero, en la práctica, es toda una demostración de que existen artistas incluso en las esquinas más inesperadas: entre las páginas de publicaciones autoeditadas, o tras la barra de un puesto de mercado con muchísima personalidad. ¿Buscamos un tesoro?