18.03.15 / PLANES
¿Óptica o boutique de moda? Las dos. Laura viene de una familia con experiencia de sobra en el campo de la salud, y tuvo claro desde el principio que la óptica era el campo que le gustaba. Así, la farmacia Álvarez Atienza alojó el primer proyecto de Laura como óptica: una combinación de potenciar la salud visual y dotarla de todo el estilo que pudiera. La filosofía de Laura: estar siempre (como mínimo) un paso adelante. Pero un proyecto con tanta personalidad necesitaba expresarse independientemente: muebles vintage cuidadosamente acumulados a lo largo de los años empezaron a vestir un nuevo espacio; uno que hiciera justicia a la pura moda que irradian los modelos seleccionados por Laura. Así llegó, tal y como la conocemos, La Gafería.
Veinte años más tarde, La Gafería conserva toda su personalidad y sigue estando a la vanguardia de las tendencias (Laura viaja a Milán y París con frecuencia para traer de vuelta los modelos que vayan a causar furor en las próximas temporadas); y ahora multiplicado por dos con un nuevo espacio. Cuando algo o alguien tienen una personalidad propia y fuerte, ésta se transmite en los pequeños detalles de cualquier cosa que hagan: por muy diferentes que sean estos dos espacios, queda claro que tienen “ADN Gafería” en cada centímetro. Cuando se trata de elegir nuestras gafas, que nos van a vestir todos los días, a todos nos gusta tomarnos nuestro tiempo: ¿qué mejor que hacerlo en un entorno que es un gusto para la vista?
Porque existe en esta vida una obligación convertida, gracias a iniciativas como La Gafería, en un placer: cuidar la salud y hacerlo como nos gusta, con toda una demostración de estilo. En definitiva, se trata de poder ver mejor la vida y, si algo hay que reconocerle a Dumas, es que tenía razón: la vida es fascinante.