Vale, puede que la playa de la Barceloneta no sea el ideal del relax, pero si necesitas un respiro, tiene algunos rincones a los que no llegan más que los pescadores. Los diques, por ejemplo, son un paraíso. Sobre todo entre semana. Pocas veces los encontrarás atestados de gente, y no hay mejor forma de encontrar a las musas que la de tumbarse allí, donde rompen las olas. Ojo, que puedes mojarte.
