17.08.20 / MÚSICA
Más allá de técnicas como el ASMR o ver series hasta desmallarse, los beneficios de escuchar determinada música a la hora de acostarse son claros: nos relaja y nos invita a dormir profundamente. Según la Fundación Nacional del Sueño (FNS), de Estados Unidos, las canciones afectan directamente en nuestro sistema nervioso, ayudando a disminuir la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Con ella, baja la respiración y el cuerpo se relaja hasta caer dormido.
Además, si se escucha con unos auriculares cómodos, la música neutraliza los ruidos de nuestro entorno. Difuminar los sonidos que molestan (especialmente por la noche) y que perturban tu sueño, te garantiza no solo dormir bien, sino además tener un descanso de calidad y despertarte feliz. ¿Has notado la diferencia que supone dormir bien?
Si tienes muchos problemas de insomnio, puedes, incluso, tratar de establecer una rutina fija: tu propio ritual relajante. Baja el brillo del móvil, ponlo en silencio y aléjalo lo máximo posible de tu cama. Si no va a ser tu fuente de música, apagarlo es lo mejor que puedes hacer y lo mismo con todos los gadgets electrónicos que tengas alrededor. Si quieres ir más allá, puedes probar a colocar un difusor de aceites esenciales con lavanda, mejorana, mandarina o manzanilla romana, que ayudan a descansar profundamente.
Ya solo necesitas elegir con qué vas a deleitar a tus oídos. Evidentemente, lo mejor sería optar por la música relajante.
El compositor alemán Max Richter se inspiró en los datos de aquel estudio estadounidense para crear la canción de cuna más larga (y placentera) de la historia. Sleep es una nana de ocho horas de duración, pensada para ser ejecutada en directo y por la noche ante un auditorio al que animan a acudir con cojines y ropa de cama. ¿Te sumas al espectáculo desde tu cama?
Si todavía no has caído, sigue escuchando estas canciones o propuestas de discos con los que dormir plácidamente: