30.05.22 / PLANES
Por eso, en Kaiku Caffè Latte hemos preparado un homenaje para recordar su vida y la forma en que la representó a través de sus pinturas más emblemáticas. Coge tu café y acompáñanos a pasear por ese México que ella vivió como nadie en su época
Su nombre completo fue Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón, y nació en Coyoacán, Ciudad de México un 6 de julio de 1907 en la vivienda que se conoce como la Casa Azul y que hoy en día es el Museo Frida Kahlo.
Su vida estuvo marcada desde el inicio por el sufrimiento físico: en 1913 contrajo poliomielitis, lo que la hizo pasar nueve meses en cama y le dejó diversas secuelas. Si bien su padre la acompañó en la rehabilitación e, incluso, la alentó para que practicara deportes inusuales en una mujer de la época, como el boxeo, Frida pasó una infancia difícil y solitaria.
Fue una de las primeras mujeres mexicanas en acceder a estudios de medicina, pero su carrera fue interrumpida a causa de un trágico accidente que le dejó múltiples fracturas en todo el cuerpo. A raíz de este acontecimiento, atravesó treinta y dos operaciones a lo largo de su vida. La recuperación terminó por conducirla a dedicarse a la pintura.
En el año 1929 se casó con Diego Rivera, con quien tuvo una relación abierta un tanto tormentosa. Se divorciaron, volvieron a casarse y compartieron gran parte de su vida artística, social y política. Además, Frida mantuvo relaciones de amistad y de amor con otros personajes emblemáticos de la época, entre ellos, el revolucionario soviético León Trotsky.
Frida vivió intensamente, tanto como su cuerpo se lo permitió e hizo un esfuerzo por reivindicar a la cultura mexicana, algo que se reflejaba en sus vestimentas típicas y el simbolismo de sus cuadros. Esto, junto a sus cejas y el vello facial que dejó como una forma de cuestionar lo establecido, se convirtieron en su marca personal.
Controversial y peculiar, Frida fue admirada por artistas como André Bretón, quien la calificó de surrealista. Ella nunca se identificó dentro del movimiento, pese a la rareza de sus obras, porque siempre afirmó que no pintaba lo que soñaba, sino su propia vida.
Muchas de las pinturas de la artista son autorretratos –55 de las 143 que hizo en total– porque este fue el lenguaje para expresar los aspectos más dolorosos de su vida, especialmente aquellos que pasó postrada en una cama o en el hospital.
Representa a la artista en el momento en que se divorcia de Diego Rivera, tras descubrir que él tenía un amorío con la hermana más querida de Frida, Cristina. Así, ella misma se personifica, por un lado, vestida con el atuendo mexicano tradicional, que era la mujer que Diego había amado. Y por el otro, llevando un vestido victoriano, en la versión más europeísta que su exmarido rechazaba. También algunos historiadores afirman que este cuadro representa sus raíces: su madre era mestiza y su padre era alemán.
Las dos Fridas, cuadro de Frida Kahlo
Es otra gran obra cargada de significado para la artista, pintada hacia el final de su vida, cuando el dolor físico prácticamente le impedía trabajar. En el cuadro aparece un corsé de acero que mantiene su cuerpo erguido y el torso abierto deja ver una columna jónica quebrada por varias partes. En él Frida aguanta resignada y estoica el dolor, mientras cientos de clavos se incrustan en ella.
La columna rota, cuadro pintado por Frida Kahlo en 1944
Una de sus obras más crudas y literales, representa el aborto espontáneo que sufrió en Estados Unidos. Frida Kahlo, debido a sus múltiples fracturas y operaciones realizadas tras el accidente de su juventud, tuvo muchas dificultades en su embarazo y, finalmente, le fue imposible tener hijos.
En una atmósfera desoladora, la artista se representa a sí misma desnuda y ensangrentada en la cama del hospital en pleno momento de la pérdida, con elementos que salen de seis venas rojas y representan el significado del acontecimiento.
Frida Kahlo fue una gran artista de su tiempo y, sin duda, una figura imprescindible en el arte mexicano. Aunque tuvo algún reconocimiento, su mayor fama sobrevino en sus últimos años y tiempo después de su muerte. Sin duda, una obra que merece la pena conocer y recordar.
Esta obra es una de los cuadros de Frida Kahlo más famosos. Se trata de un autorretrato que la artista pintó durante una crisis en su matrimonio, el conocido muralista mexicano Diego Rivera, que representa el dolor en el que se encontraba Frida. Se puede apreciar simbolismo en el cuadro, interpretado como el dolor físico y emocional por el que estaba pasando.
El cuadro Autorretrato con collar de espinas refleja el dolor de Frida Kahlo