18.07.21 / MODA
Un par de décadas más tarde y con el gusto un poco más refinado, vemos con terror cómo ciertos estilismos que debieron quedarse en la memoria empiezan a asomarse de nuevo en los escaparates. Desde Kaiku Caffè Latte resumimos algunas de las tendencias que tendrían que estar erradicadas, pero mucho tememos que el efecto cíclico de la moda traerá de vuelta alguna que otra sorpresa que nos resulte familiar. ¡Advertido estás!
Son la muestra más evidente de que las modas van y vienen. Unos veinte años atrás, mientras más ancho era el camal del pantalón, mejor, y daba igual si caminar se convertía en una tarea de destreza y equilibrio. Aunque los pantalones pitillo pronto llegaron al rescate, parece que no hemos sabido valorarlos lo suficiente, y hoy volvemos a ver como los vaqueros engullen nuestro calzado. ¡¿Qué estamos haciendo?!
La manicura francesa es un clásico, pero en los 2000 sufrió una metamorfosis de la que nunca se pudo recuperar. Parece que no bastaba con un discreto borde blanco sobre tonos sutiles, sino que molaba más combinarla con bases de colores llamativos como rosa, rojo o azul. Este año hemos vuelto a ver eso por ahí, y aunque la cosa aún no llega al extremo de bordes de un centímetro de grosor y uñas perfectamente cuadradas, hay que andarse con cuidado.
Lo del alto contraste no se limitaba a las uñas. El pelo oscuro con mechas bien marcadas fue un icono del nuevo siglo y dos décadas después vuelve a perseguirnos. Creíamos que con las baby high lights o el balayage estábamos curados de esos males, pero creíamos mal. El pelo estilo cebra lo vuelve a petar.
Esta es una de las tendencias de moda de los 2000 que más terror nos da ver de vuelta. El tiro alto es el mejor aliado para que todo se quede en su sitio y lograr una figura estilizada, pero en vez de darle el lugar que se merece, jugamos a traición. Hoy hemos permitido que vuelvan los vaqueros de tiro bajo, esos que difícilmente llegan a la cadera y dejan que se note la ropa interior mientras enseñamos el ombligo. ¿Dónde queda la comodidad de poder agacharse sin preocupaciones?
Cualquier adolescente en los 2000 que se respetara tuvo en su armario una docena de prendas coloridas que no dudaba en juntar en un mismo outfit, con los vaqueros de pitillo como pieza central. Semejantes explosiones de color eran un lujazo entonces, pero el buen juicio se impuso y nos hizo recapacitar. O eso pensábamos…
En los 2000 nos olvidamos por completo de la principal utilidad que tiene un cinturón, que es la de ajustar los pantalones, faldas o cualquier botom que llevemos. En lugar de eso, se nos ocurrió que era buena idea ponerlos sueltos por encima de la ropa dejando a nuestras caderas la tarea de sujetarlos. Además, los elegidos eran modelos superanchos o metálicos al mejor estilo de Shakira en “Whenever, wherever”. Si ella misma ha dejado esa moda en el pasado, ¿por qué empeñarnos en traerla de vuelta?
Sí, sabemos que fue una época estilísticamente confusa, pero de todas las tendencias de moda de los 2000, ¿cuál crees que debería prohibirse por ley? Nosotros primero apostamos por los pantalones de tiro bajo, pero la verdad es que en medio de tantos desaciertos se nos hace difícil decidir.