18.11.15 / GASTRONOMÍA
Eliana, Martín y Sebastián siguen la estela familiar del oficio de la jabonería, con el cual, como nos cuentan, han convivido desde muy pequeños. Sólo era cuestión de tiempo que el amor por los aromas quedara en ellos también. Su abuelo, perfumista de oficio y corazón, se decantó por la jabonería ya en 1937, y así fue como poco a poco logró trasladar su pasión por los jabones de generación en generación. Su hijo y nietos han ido adaptándose a las tendencias desde hace casi 20 años, aunque al final la premisa del “menos es más” es la que mejor funciona para los Sabater.
¿Los olores que más triunfan? Los hermanos lo tienen claro: la tercera posición está a caballo entre la caléndula (el favorito de los Sabater por su pureza) y el árbol del té; en segundo puesto encontraríamos el de flor de loto y el azahar y como claro ganador, el de jazmín. La inspiración para crear tanto estos como otros aromas viene de una imagen, una sensación, y, por supuesto, un aroma especial. Con todo esto han llegado a crear una línea de jabones donde sólo se utilizan aditivos naturales como el aceite de aguacate o de argán.
Entre tanta esencia y tradición seguro que se han sucedido una buena cantidad de anécdotas. Y así es: Eliana Sabater nos cuenta que hay miles, tantas que es difícil decantarse por una y con las que hará un libro que servirá como un bonito recuerdo para esta familia experta en aromas.
Pero no te hacemos esperar más, para poder empezar tu día terapéutico sólo tienes que pasarte por su tienda en la plaza de Sant Felip Neri, en Barcelona, donde te darán la bienvenida las muchas fragancias, fruto de la pasión por este oficio que llevan en su ADN. ¿Te atreves a ponerle olor a este día?
