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09.04.20 / GASTRONOMÍA
2 medidas de harina común de trigo o harina de fuerza y un poco más para espolvorear
10 gr. de levadura fresca
1 cucharada grande de concentrado de tomate
1 pulpa de pimiento choricero
2 cucharadas de aceite
1 medida de leche
Media medida de agua templada (añadir conforme a la textura de la masa)
Una pizca de sal
Una pizca de azúcar
En un bol echar la harina tamizada y añadir la sal a un lado y la levadura desmenuzada y el azúcar al lado opuesto. Mezclar con el concentrado de tomate, la pulpa de pimiento choricero, el aceite y la leche. Remover bien hasta crear una masa
Volcar la masa sobre una encimera enharinada y continuar amasando durante unos 5 minutos. La masa no debe pegarse ni a las manos ni a la encimera así que puedes añadir más harina en caso de que sea necesario.
Formar una bola y la dejar reposar el bol cubierto con papel film durante 1 hora en un sitio cálido donde no haya corriente.
Una vez finalizada la espera, dividir la masa en 6 porciones, hacer bolas, aplastar ligeramente y dejarlas colocadas sobre una bandeja de horno que previamente habremos cubierto con papel sulfurizado. Dejar que reposen durante 30 minutos tapadas por un paño de algodón limpio. Mientras tanto, precalentar el horno a 225 ºC.
Esperar y pasados los 30 minutos, mojar la superficie con agua utilizando una brocha de silicona y hornear durante 15 minutos a 225ºC. Deja que se enfríen sobre una rejilla y están listos para combinar con los ingredientes que más te gusten.
Las combinaciones de esta receta son infinitas y se pueden obtener panecillos de muchos colores diferentes. Aquí te dejamos unas cuantas ideas, en las que solo debes cambiar el tomate y el pimiento choricero de la receta anterior por los nuevos colorantes naturales:
Emplea los mismos ingredientes base que en la receta 1 y añade una cucharada de cúrcuma y una cucharada de curry.
Emplea la receta base. Tritura remolacha cocida con el jugo de la propia cocción. Únela con la leche y cuela la mezcla. Incorpora al bol con harina y levadura la cucharada de aceite, la sal y el líquido que obtengas de la remolacha. Este pan será ideal para combinar con ingredientes dulces y frutos secos.
Si no te lo vas a comer al momento, siempre lo puedes congelar para comerlo cuando más te apetezca. Para congelar los panecillos, espera a que estén fríos y guárdalos separados en varias bolsas de plástico con zip. Para descongelarlo, solo tienes que sacar la cantidad que quieres comer con 10 minutos de antelación y dejarlo a temperatura ambiente. También puedes esperar 5 minutos y a continuación tostar como más te guste.
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10.04.2020
Lo probé a hacer el otro día por primera vez y la verdad es que no salio del todo mal, de hecho me gustó bastante más que el de las panaderias. Lo que se descubre estando en casa tanto tiempo