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02.02.16 / MODA
Hablamos con Ruth, fundadora de Érase Una Vez y quien además pone toda la creatividad y amor en sus creaciones. Todo empezó con sus abuelas, Aurora y María, y con un encargo muy especial. “La una bordaba como los ángeles, y la otra tricotaba día y noche como si de Penélope se tratara. De ahí mi alías Ruthaurora María. Estudié Bellas Artes y diseño de indumentaria, hasta que un día una amiga me pidió que le hiciera un vestido de novia en 3 semanas”. Ruth se puso manos a la obra y al final todo acabó en una tienda-taller en el número 7 de la calle Goya, conocido como Érase una vez novias.
¿En qué se inspiran los vestidos de Érase Una vez? En dos de las debilidades de Ruth: los años 20 y 30 y las prendas de finales del siglo XIX.
Además, últimamente se está encaminando hacia líneas más sencillas y simples, “donde es el tejido el que habla”. ¿Y para los complementos de ensueño? “Sigo inspirándome en la naturaleza, aunque hasta ahora acostumbraban a ser flores hechas a mano para los cinturones o coronas, y ahora tengo la suerte de contar con un par de colaboradoras que me hacen unas coronas en flor seca preciosas y otra que hace complementos con un tipo de pasta que simula un metal dorado, ¡que pondría por doquier!”.
Las novias de Érase Una Vez quieren sentirse cómodas, ligeras, prácticas, con un punto romántico y sobre todo, muy guapas. ¡Como nuestro Kaiku Caffe Latte!
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Para ello, Ruth emplea numerosos materiales y tejidos; la muselina de seda, los encajes antiguos, los detalles artesanales, los botones pequeñitos, crepe de China, Guipur… Todo aquello que recuerde a antaño.
Pero en el taller de confección de Ruth hay un rey indiscutible, el tul (kilómetros y kilómetros de tul) en todas sus versiones: de algodón, de seda, lánguido, suave y vaporoso, semirrígido para conseguir volúmenes… Todos estos materiales y tejidos consiguen el toque especial de estos vestidos; la caída, el movimiento, las texturas… Hacen de una prenda simple (que no sencilla) pero con carácter.
En Érase una vez son como en Kaiku Caffè Latte: su filosofía es hacer las cosas bien, por dentro y por fuera; para hacer a las novias sentirse como en casa al tiempo que se acercan a la perfección. Todo lo que una fan acérrima de nuestro Kaiku Caffè Latte light podría desear 🙂
Tanto si ya lo tienes claro, como si prefieres fantasear con esos vestidos, acércate a su tienda y adéntrate en un cuento de hadas. ¿Te atreves?
EVA
08.10.2017
Hola!! Casarme de blanco es una idea que tenía descartada para mi boda porque pensaba que me vería mas guapa con un vestido de fiesta bien xulo pero… a un mes para el enlace he cambiado de idea y me muero por vestirme de blanco..
No he visitado vuestra tienda pero me han hablado muy bién de ella. ¿Sería posible confeccionar en tan poco tiempo un vestido corto y desenfadado?
Gracias!!
Eva