13.08.20 / TENDENCIAS
Este pequeño sorbo es la base de todo, y se emplea para preparar otros tipos de café como el cortado, el capuchino o incluso del latte macchiato. Tanto en su versión doble como ristretto, el espresso es su versión más pura y auténtica, y de la mano de Kaiku Caffè Latte vas a conocer cuál es su origen y cómo se toma.
Spoiler: ¡lo puedes hacer como tú quieras!
Tal y como sucede con el Cappuccino, volvemos a Italia, la madre de la cultura del café tal y como la conocemos hoy. Aunque hoy en día hay millones de alternativas, es aquí donde de norte a sur podrás pedir un “caffè al volo”, o lo que es lo mismo, un espresso para tomar de pie, pagar y marcharte por donde has venido. ¡Pero qué café, qué sabor, qué delicia!
El café espresso llega de la mano de la Revolución Industrial. En 1901 se inventa la primera máquina, que conseguía elaborar un café “exprés”, literalmente espresso, y prepararlo además, expresamente para el cliente. Luigi Bezzara, un inventor milanés, crea esa primera patente, que después compra un tal Desidero Pavoni para comenzar a producir las primeras máquinas de espresso comerciales: la ideale. En su día ese café se parecía más al que hoy bebemos como de filtro.
El espresso está muy ligado a la cultura italiana y muestra el gran cambio en la forma de vida y de tomar café en la era contemporánea. En el siglo XIX, las casas de café de toda Europa eran lugares tranquilos, donde la burguesía pasaba tardes de coloquio y de encuentro mientras disfrutaban de su no siempre apretada agenda. ¿Qué pasó con la llegada del siglo XX?
Las cafeterías comenzaron a ser bares para trabajadores, donde quien más quien menos tenía algo que hacer pero no podía renunciar a su café. Con el espresso la cantidad de cafeína aumentaba a la par que el tiempo de elaboración disminuía. Era, pues, el café ideal. Y así empezaron a ser más y más frecuentados por todo tipo de profesionales que buscaban ese aporte o chute de cafeína.
Con Mussolini y el fascismo, se promovió el arraigo del café espresso como una costumbre italiana más, acompañado del término “barista”, que básicamente es la palabra en italiano para designar al camarero de la cafetería.
El siguiente gran paso, donde mejora la forma de tomar espresso, es con la llegada de la Crema, esencial de este tipo de café. Las máquinas, con mejoras de grandes nombres del café como Francisco Illy y Achille Gaggia, ganaron más presión y consiguieron que sobre el oscuro café se expulsara una ligera crema con aire. Más baratas y semiautomáticas, las máquinas propiciaron la explosión de cafeterías por Italia y se convirtieran en espacios de paso donde charlar un poco y tomar el famoso espresso.
Desde entonces, los italianos han exportado su conocimiento influyendo a la cultura del café como ningún otro país. Pero al mismo tiempo el espresso se ha expandido más allá de sus fronteras, saliendo también de su control. Y ahora, tiene un hueco en el corazón de todos los amantes del café y de cualquiera que tenga una cafetera espresso (a presión).
Pese a los numerosos intentos, los italianos no controlan cómo se toma un café espresso. Así que a la pregunta de cómo beberlo, debemos responder: ¡como quieras!
Algo básico que necesitas son granos de café de calidad, porque vas a exprimir todo su sabor en una dosis concentrada. En nuestro espresso, por ejemplo, se emplean granos de café arábica procedentes de la India. A partir de aquí, el espresso puede convertirse en el tipo de café que prefieras, e incluso lo puedes tomar frío, como proponemos desde Kaiku Caffè Latte.
