08.08.18 / PLANES
He aquí la guía perfecta llena de planes divertidos en los que no habrá tiempo para el aburrimiento, ni los piques. Un verano feliz entre amigos, ¿quién lo diría?
Aléjate de la ciudad y dirígete al bosque más cercano. Date un chapuzón en el río, llena la mochila de provisiones y súbete a los árboles sin pensarlo. Entre las actividades de verano que no conllevan golpes de calor, están los planes multiaventura en los que se incluyen gritos a través de tirolinas, caídas de las ramas de los árboles, pero sobre todo muchísimas risas. Si no tienes otra cosa que hacer en verano, este es tu plan.
Si lo vuestro no es precisamente la naturaleza, pero sí los planes en la ciudad poco convencionales, he aquí unas cuantas actividades de verano para los más modernos. Haz la ruta del cómic con tus amigos, visitando los grandes templos de la ilustración; o ponte tus mejores galas y pásate por la ópera poco antes de que empiece la función, encontrarás entradas a muy buen precio. O hazte otra ruta, pero esta vez gastronómica, por los restaurantes más eclécticos de tu ciudad.
Eres de los que mejor a la sombra, que si no te derrites. Para esos casos, hazte con unos cuantos amigos y apuntaos a un Escape Room en el que estaréis a buen recaudo intentando salir de la sala. Sólo apto para valientes. O simplemente, echaos a la sombra del parque más cercano con un buen Kaiku Caffè Latte en la mano. Ya tienes la tarde solucionada.
Es llegar el final del verano y la desesperación acecha: quizás no hayas hecho todo lo que te habías propuesto. Pero no te preocupes, todavía te quedan cosas por hacer en verano. Puedes aprovechar las noches frescas para hacer una barbacoa con amigos, para hacer senderismo o ver las estrellas. Todavía puedes empezar un curso intensivo o acabar con tu grupo en un parque de atracciones. Que no se diga que el Día de la Juventud no se puede aprovechar al máximo.