12.03.15 / MODA
José es todo un viajero: una costumbre heredada genéticamente de su abuelo, quien solía viajar por el mundo en compañía difícilmente igualable (nada más y nada menos que Hemingway). Una filosofía de viaje (y de vida; al final es lo mismo) muy romántica: viajar como auténtica experiencia de vida. Y, de hecho, viajar muy, muy lejos (Argentina) fue el empujón final para que José se lanzara a crear la marca que tenía en mente: accesorios de viaje que reflejaran un verdadero espíritu de viaje. Con su conocimiento como consultor de marca, tenía claro que existía un hueco en el mercado entre las (muchas veces) prohibitivas firmas de lujo y las marcas de a pie. Pero, ¿y de aquéllos que buscaran un producto intermedio, que conjugara calidad y estilo, y que pudieran disfrutar sin privarse de otras cosas? Para ellos: La Portegna.
José y Leticia son las caras visibles de un proyecto que trata la piel con el mimo y la elegancia que se merecen. Desde hace cinco años investigan los mejores materiales y calidades para ofrecer productos de piel únicos y (por último pero no menos importante) personalizables. Su producción es íntegramente hecha en España y con piel tintada vegetalmente: una piel que, como el propio viajero, va cambiando con el tiempo. Diseño impecable, elegancia, y líneas atemporales que aderezan con toques de plena modernidad, como en la colección de bolsos desarrollada junto a Mario Vaquerizo.
Todo suma para convencernos de que, efectivamente, las grandes ideas bien trabajadas, tienen excelentes resultados. ¿Os apuntáis a un bolso personalizado?